Cuarentena, antojos y sobrepeso, ¿qué puedo hacer?

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DADA LA SITUACIÓN MUNDIAL EN QUE FORZOSAMENTE LAS FAMILIAS HAN TENIDO QUE ESTAR MÁS EN CASA, HA SURGIDO EL PROBLEMA DEL SOBREPESO Y LA MAYOR FRECUENCIA DE CONSUMO DE ALIMENTOS INSANOS (GALLETAS, PASTELES HECHOS EN CASA). ESTO NOS LLEVA NUEVAMENTE AL TEMA DEL CONTROL DEL PESO, DE HACER DIETAS Y DE RESTRINGIR GRUPOS DE ALIMENTOS (GRASAS O CARBOHIDRATOS SEGÚN EL TIPO DE “DIETA”). ES IMPORTANTE PUNTUALIZAR ALGUNOS CONCEPTOS AL RESPECTO.

El objetivo de toda intervención nutricional no es el peso (sí lo leyó bien), sino adquirir hábitos sanos de alimentación. El peso lo regulan muchos centros del cerebro (hipotálamo), junto con más de 50 hormonas descritas que regulan el apetito y están en interacción permanente con la microbiota intestinal (bacterias del intestino).

No respondemos al principio termodinámico de que la energía no se pierde, sino se almacena y se transforma.No todas las calorías implican las mismas respuestas metabólicas (dos naranjas versus dos vasos de bebida que pueden tener las mismas calorías tienen repercusiones diametralmente opuestas). La obesidad no es tan simple como plantear que es por comer más calorías y gastar menos. La industria alimentaria ha puesto el énfasis en el sedentarismo lo que la evidencia ha mostrado que lo crucial son los malos hábitos nutricionales. No hay evidencia que alguien obeso sano va a estar mejor adelgazando.

La idea es mantener un estilo de alimentación diario adecuado y que la ingesta de alimentos insanos sea la excepción e incluso adaptar recetas específicas con alimentos más adecuados.

Tuvo que llegar un virus para demostrarnos muchas cosas esenciales, como la necesidad de comer alimentos que no necesiten de la publicidad para decirnos lo bueno que son y lo necesario que son para nuestra salud (suplementos, leches para prevenir envejecimiento, Herbalife, etc)

Hemos vuelto a cocinar comida de verdad, a compartir en familia, a sentir olores que sentíamos en la infancia viendo a nuestras abuelas cocinar.

Deje de hacer dietas que restringen grupos de alimentos (dietas baja en gluten, en grasas, en carbohidratos), deje de pesarse todos los días, siempre habrá fluctuaciones del peso que los regula un sistema neuro-hormonal complejo. Deje de contar calorías y preocúpese de que sus hijos tengan una oferta nutricional en casa adecuada. Más frutas y frutos secos a la mano, más vegetales y menos animales procesados.

Urge aprender a comer (y no dejar de hacerlo como el ayuno intermitente en que la evidencia científica no tiene peso).

Es maravilloso ver a alguien cuando sonríe o se emociona al probar un puré de berenjenas (babaganush) y siente una explosión de sabores, habiendo jurado minutos antes que jamás comería berenjenas. Exploren sabores, texturas, aromas con alimentos sanos, guarde la pesa y solo pese cuánto amor pondrá en su próxima receta.

 

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