Especialistas advierten sobre las enfermedades en piscinas y playas e instan al autocuidado.

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CON EL INICIO DE LAS VACACIONES Y LAS ALTAS TEMPERATURAS, TAMBIÉN LO HACEN LAS OPERACIONES EN PISCINAS Y CENTROS RECREATIVOS. FRENTE A ESTAS NUEVAS APERTURAS, ESPECIALISTAS HACEN UN LLAMADO A PREVENIR AFECCIONES ESTOMACALES Y CUTÁNEAS QUE PUEDEN CONTRAERSE EN ESTOS ESPACIOS SI NO SE TOMAN LAS MEDIDAS DE PREVENCIÓN.

Según un estudio de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC, las actividades acuáticas recreativas están relacionadas con 90 millones de enfermedades, siendo la natación uno de los principales catalizadores de infección respiratorias, de oídos y de la piel a través del agua. Sumado a esto, los patógenos que se encuentran en piscinas y playas, pueden provocar enfermedades gastrointestinales.

Al respecto, la especialista de Nueva Clínica Cordillera, Dra. Sandra Aguilera, enfatiza que es fundamental que tanto recintos recreativos, piscinas públicas como en los hogares, se mantengan las medidas de higiene.

“Si bien, todo apunta a que este verano pasaremos unas vacaciones sin restricciones de movilidad, igualmente se recomienda respetar los aforos, el distanciamiento social, el frecuente lavado de manos. Todo esto porque en estas áreas nuestra exposición es mayor para contraer todo tipo de enfermedades e infecciones”.

Efectivamente, la especialista puntualiza que la humedad y el calor de las piscinas son factores ideales para la proliferación de bacterias, hongos y patógenos en general. Donde es posible contraer enfermedades, tales como la cistitis, conjuntivitis, hongos en los pies, otitis o candidiasis, entre otras. “La temporada de piscinas es una de las épocas más esperadas del año, siendo el principal período de descanso de los chilenos, por ello invitamos a todos a participar de estos espacios, pero con medidas de cuidado y prevención, a fin de prevenir enfermedades”.  

Uno de los aspectos fundamentales en la época de piscina es el uso de cloro. La normativa establece que la concentración óptima de cloro es de 1 a 3 partes por millón, pero cuando sobrepasa esa barrera, se pueden sentir síntomas tales como irritación en mucosas, ardor en la garganta, piel, ojos, lagrimeo y la sensación de cuerpo extraño.

Es así que, en casos de intoxicación por cloro, la Dra. Aguilera indica que, si bien es poco frecuente, “se recomienda retirar el traje de baño y lavar la zona afectada con agua tibia libre de cloro por 15 a 20 minutos mientras se traslada a un centro asistencial donde serán mejor evaluadas las quemaduras y el estado general del paciente para luego comenzar un tratamiento específico según la gravedad”.

También la exposición solar y el cuidado de la piel es un aspecto fundamental para considerar este verano, en especial con las olas de calor que se avecinan. Es así que la especialista explica que una de las principales medidas de cuidado es protegerse contra los rayos UV.  “La radiación ultravioleta está presente todo el año, sin embargo, en estos meses de mayor calor es importante protegerse aún más del sol. El uso indispensable de bloqueador solar, de al menos, factor UV 50, el cual debe ser retocado frecuente e idealmente sea resistente al agua. Este debe ser aplicado entre 20 a 30 minutos antes de exponerse al sol y retocado cada dos horas”, puntualiza Aguilera.

Finalmente, es recomendable utilizar ropa que nos ayude a la protección ante los rayos ultravioleta y evitar la exposición a la luz solar en los horarios más cercanos al medio día. “Una de las manifestaciones de la típica quemadura de sol es un leve enrojecimiento y ardor hasta la formación de vesículas o ampollas que evolucionan hacia la descamación de la piel”, concluye.

Entonces, ¿cómo protegerse de eventuales enfermedades? la especialista entrega las siguientes recomendaciones:

  • Retardar el contacto de los niños con las piscinas, idealmente hasta los 4 años.
  • Si el menor tiene asma o alergia a la piel, se recomienda el uso solo de piscinas cloradas.
  • No orinar ni tragar agua.
  • Tras salir de la piscina, enjuagarse en la ducha inmediatamente.
  • Usar lentes de natación de buena calidad, a fin de evitar irritación o infección ocular. Los de contacto deben ser retirados antes del baño.
  • Preferir establecimientos que garantice una correcta mantención de piscinas.
  • Artículos como la toalla, el gorro, las gafas y el calzado son de uso personal y no deben ser intercambiados.
  • Ducharse después de una jornada de piscinas, en especial en recintos abiertos, para retirar de la piel los gérmenes y restos de productos de higiene adheridos en la piel.

 

En caso de dolor en los ojos, secreción, coloración intensa de la piel, hinchazón de párpados, compromiso visual o inflamación ocular, consultar con un especialista o acudir al área de urgencia más cercana.

 

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