Asertividad y respeto, esenciales para una mejor comunicación

Concepto es aplicable en todos los ámbitos de la vida.

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LA PROFESIONAL, AUTORA DE “LA INTELIGENCIA ASERTIVA” Y “LA INTELIGENCIA ASERTIVA EN LA EMPRESA Y EL TRABAJO”, AFIRMA QUE ESTE ESTILO DE COMUNICACIÓN PERMITE UNA ARMONÍA COMPLETA.

Por: Javiera de la Plaza

La asertividad es una herramienta que podemos ocupar en los distintos ámbitos de nuestra vida: en el medio familiar, con nuestras parejas, con los hijos y amigos, como también en nuestros trabajos. En todos ellos podemos aplicar este estilo de comunicación y así podemos aprender a relacionarnos de una manera directa y desenvuelta, obteniendo crecientes grados de bienestar personal.

Pero ¿qué es la asertividad?

Es un estilo de comunicación abierto, directo, desenvuelto, desde el cual las personas podemos expresar lo que pensamos, sentimos y opinamos, de manera directa y sin experimentar ansiedad desadaptativa (sin sufrir al momento de expresarnos). A eso se suma un ingrediente fundamental: el respeto propio y el de los demás.

Si este concepto de asertividad lo relacionamos con los modelos que vamos mostrando en los lugares y con las personas con que nos comunicamos  cotidianamente, nos damos cuenta que la correlación asertividad-armonía en el entorno resulta ser directa. Esta conexión está dada básicamente por un elemento central de la asertividad, que es el respeto que nos merecen todas las personas.

Es muy importante el cuidado que tengamos tanto en relaciones sociales como en las que establecemos en nuestros trabajos .En ellas nos relacionamos diariamente con nuestros compañeros, jefes y subordinados y es por tanto relevante cuidar de la integridad física, psicológica y emocional de las otras personas, como por cierto también de las nuestras.

Muchas veces estamos relacionándonos en el diario vivir con un estilo de comunicación indirecto y con numerosos ruidos en los mensajes que emitimos, tanto a nivel verbal como no verbal (se refiere a cómo decimos las cosas). Es decir, un estilo no asertivo de comunicación.

Uno de esos ámbitos es el de los afectos, el cual se inscribe dentro de las cuatro paredes de nuestro hogar. Dado que se trata de escenarios tan íntimos y cotidianos, muchas veces nos equivocamos al darnos permisos de comunicarnos de cualquier manera con nuestros familiares o personas de confianza, por ejemplo.

Relaciones interpersonales cotidianas

Lo que nos toca presenciar hoy tiene numerosas dinámicas comunicacionales cotidianas; tanto en el ámbito de lo privado, laboral, social como también cívico y educacional, entre otros; son descalificaciones, denigraciones personales, la ausencia de cualquier voluntad de escuchar a quien piensa diferente. En otros casos somos testigos de dobles discursos, incongruencias entre lo que se expone y se realiza en la práctica misma, cercana a cero capacidad de reconocer errores, considerada equivocadamente esta conducta como un signo de debilidad.

Muchas veces parece que estuviéramos más centrados en el ganar con nuestras argumentaciones que en entendernos y construir relaciones desde la honestidad y el respeto.

En la otra vereda de lo afectivo nos encontramos con el mundo del trabajo. Este  mundo, en el que pasamos gran parte de nuestras vidas y donde evidenciamos que una buena comunicación contribuye directamente en un buen clima de trabajo, como también de manera especial un líder que se precie de tal sabe enviar sus mensajes de manera directa, abierta y motivadora a su equipo de trabajo.

En fin, la asertividad nos enseña a ser respetuosos, pero sin quedarnos con contenidos guardado por no saber como decirlos. También desde la asertividad es importante aprender a decir lo que nos gusta de los demás.

Podemos aprender a ser más libres del espejo social que muchas veces nos inhibe a decir lo que verdaderamente pensamos o sentimos, por lo que “pueden pensar los demás de nosotros”.

Los invito a quienes gusten de poder expresarse congruentemente con lo que piensan y sienten a avanzar por el camino de la comunicación asertiva; teniendo presente que es mejor decir lo que uno piensa, de manera adecuada y dejar de arrastrar esas verdaderas mochilas sicológicas que llevan muchas personas en nuestra sociedad, por no caerle mal a los demás o por no aprender a decirlo de una manera directa, clara, desenvuelta y respetuosa.

Javiera de la Plaza Cortínez

Javiera de la Plaza es psicóloga clínica, egresada de la Universidad Diego Portales, con estudios de Filosofía en la Universidad de Chile.  Junto a la práctica profesional, desarrolla su carrera en torno al tema de la comunicación, con énfasis en la asertividad como instrumento facilitador de la interacción humana y de las habilidades sociales.

Es consultora de numerosas organizaciones nacionales, entre las que se cuentan Empresas El Mercurio, Celulosa Arauco y Constitución (Celco), Entelphone, Oxiquim, Compañía Minera Disputada de Las Condes y Laboratorio Merck, entre otras.

Es autora de los libros La Inteligencia Asertiva (Zig-Zag, 2007) en el que establece las bases del concepto y La Inteligencia Asertiva en la Empresa y el trabajo (Aguilar, 2008) donde desarrolla estrategias para aplicar este concepto en el ámbito laboral.

 

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