EL VAGINISMO ES, EN POCAS PALABRAS, LA IMPOSIBILIDAD DE CONCRETAR LA PENETRACIÓN DURANTE EL ACTO SEXUAL. SI BIEN ES UNA DISFUNCIÓN FEMENINA, NO AFECTA SÓLO A LA MUJER, SINO A LA RELACIÓN DE PAREJA. LA FALTA DE INFORMACIÓN, TOLERANCIA Y MADUREZ IMPIDE QUE ESTE PROBLEMA SE DETECTE COMO CORRESPONDA Y TENGA UN TRATAMIENTO ADECUADO.
Existe dentro de la vida sexual de una mujer muchos momentos difíciles o incómodos, pero el no ser capaz de alcanzar la penetración durante una relación sexual es un tema del cual no se tiene mucha información y es una disfunción que afecta a no pocas mujeres. Estamos hablando del Vaginismo, enfermedad que se caracteriza por la contracción involuntaria de los músculos perivaginales, y sus razones suelen ser más psicológicas que físicas, con consecuencias que afectan tanto a la mujer que lo padece, como a su relación de pareja.
El ginecobstetra, doctor Julián Prado, nos habla de dos tipos de Vaginismo, el Primario y el Secundario. En el Primario, hablamos de mujeres que durante su vida nunca han podido concretar una penetración. En el caso del Vaginismo Secundario, se manifiesta en una mujer luego de un tiempo en que sí pudo concretar sus experiencias sexuales incluyendo el coito.
El doctor Prado es enfático en aclarar que no se debe confundir el Vaginismo con la Dispareunia, pues esta última es dolor importante cada vez que se tiene una relación sexual, y el Vaginismo es la imposibilidad de la penetración.
Falta de información = incomunicación
Como en la mayoría de los problemas sexuales, la información es fundamental. En el caso concreto del Vaginismo, además de información teórica que podamos tener sobre el acto sexual, es imprescindible contar con información gráfica de las zonas genitales, “en mis años como médico y como profesor, es muy común encontrarse con mujeres que sea por las razones que sean, desconocen su propia vagina, nunca se la han mirado, no saben cómo funciona durante el sexo, y les da vergüenza preguntar, informarse, incluso desconocen lo que es el placer sexual”, comenta el Doctor Prado. Con estos antecedentes, no es raro pensar entonces que son pocas las mujeres que consultan por esta patología, y no es precisamente porque sea una rara enfermedad, sino porque simplemente no lo catalogan como tal.
La falta de información desencadena una angustia tremenda en la mujer que no sabe lo que le pasa, por lo tanto no puede comunicárselo abiertamente a su pareja. Su pareja, a la vez, siente esta situación como un rechazo a tener intimidad, se ofusca, y se cierra. Es importante destacar que muchas mujeres que sufren Vaginismo no carecen de deseo, pero no pueden controlar su rechazo muscular ante la penetración, ya sea por el pene, un dedo, incluso muchas de ellas no toleran el uso de un tampón.
Cuando hablamos de sus posibles causas, éstas deben dividirse en dos: las de origen orgánico y las de origen psicológico (ver recuadro). Afortunadamente, existen tratamientos que se recomiendan en estos casos, la mayoría de ellos, tienen resultados beneficiosos. Según el doctor Prado, lo principal es la educación sexual con un ginecólogo que maneje el tema de las disfunciones sexuales, y además sea capaz de entablar con la paciente una relación de confianza para poder llegar así a trabajar con sus miedos. Asimismo, se pueden aplicar tratamientos en donde se utiliza el tacto vaginal, para enseñar a la paciente paulatinamente lo que es una penetración, y también a respirar y relajarse. Este trabajo debe ser practicado tanto en la consulta como en casa, y para eso, también es utilizado un dilatador de plástico que va aumentando de tamaño, en la medida que la paciente avanza en sus temores.
El doctor Prado recomienda que ante una duda, siempre será mejor preguntar, conversar con un especialista. Asimismo, tener una comunicación fluida con la pareja, es fundamental para poder establecer una relación plena y satisfactoria tanto en lo sexual como en lo afectivo.