Virus del Papiloma Humano (HPV) La importancia de prevenir su avance y evitar el cáncer cervical

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EL 50% DE LAS MUJERES Y HOMBRES SEXUALMENTE ACTIVOS TENDRÁN CONTACTO, POR LO MENOS UNA VEZ EN LA VIDA, CON EL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO GENITAL (HPV). MUCHAS VECES SU PRESENCIA ES ASINTOMÁTICA Y LA MAYORÍA DE LOS AFECTADOS NUNCA SABRÁ DE SU EXISTENCIA. GENERALMENTE, LAS VERRUGAS GENITALES O LOS CAMBIOS CELULARES LEVES EN EL CUELLO DEL ÚTERO, QUE APARECEN DEBIDO AL HPV GENITAL, NO CONSTITUYEN UN MAYOR RIESGO PARA LA SALUD. EL PROBLEMA MÁS IMPORTANTE PARA LA POBLACIÓN FEMENINA ES QUE ESTA INFECCIÓN DE DE TRANSMISIÓN SEXUAL (ETS) PUEDE CONDUCIR AL CÁNCER EN EL CUELLO DEL ÚTERO.

Si bien existen más de 100 virus conocidos como virus del papiloma humano, cerca de 13 tipos  son de alto riesgo o tienen la capacidad de inducir cáncer. Entre ellos, los tipos 16, 18,31 y 45 son los más frecuentes encontrados en cáncer de cuello uterino en Latinoamérica. En Chile, constituye la cuarta causa de muerte en las mujeres entre los 20 y 44 años de edad, según estadísticas informadas por el Ministerio de Salud.

El HPV genital es un virus muy común y es normal que las personas que se enteran que están infectadas quieran saber quién los contagió, sin embargo, no existe un modo de saberlo con seguridad.

El grupo de los virus del papiloma humano genital se ha divido en dos categorías: los de bajo riesgo y los de alto riesgo. Los primeros, son conocidos así porque no implican peligro de generar cáncer, sí cambios leves en el cuello del útero de una mujer, pero no son perjudiciales y desaparecen con el tiempo.

La segunda categoría, los de alto riesgo, corresponden a los tipos de virus que sí se asocian con el cáncer cervical y, a otros como el cáncer anal, patología menos común en la población. Por lo general, la infección de HPV de alto riesgo no causa problemas de salud inmediatos, pero sí pueden provocar cambios celulares y, con el tiempo, conducir al cáncer, sobre todo, si no son tratados. Es por esta razón, que es fundamental realizar pruebas rutinarias del examen Papanicolau  y aumentar las posibilidades de prevenir y curar el cáncer cervical.

En el caso de los hombres, si bien es común la presencia del virus, muy raras veces les ocasiona complicaciones de salud graves. Una evidencia del HPV genital en hombres son las verrugas genitales, las que se pueden ver a simple vista.


La voz del especialista:
Dr. Mario Varela
Ginecólogo 

El objetivo de la pesquisa médica es detectar la presencia del virus en las etapas precancerosas, lo que se denomina NIE (Neoplasia Intraepiteliales) que es la etapa previa a la aparición del cáncer cervicouterino. Las lesiones precancerosas en el cuello del útero se pueden tratar en forma conservadora con muy buenos resultados usando la crioterapia (1) y/o conizaciones (2), que corresponden a cirugías mínimas. Son, generalmente, lesiones planas y solamente se diagnostican con una biopsia dirigida en estas manchas blancas en el cuello del útero.

Vacunas para la prevención

Para evitar la aparición del cáncer cervicouterino, las vacunas constituyen una importante herramienta. Existen dos tipos: Gardasil y Cervarix. La primera es una vacuna quadrivalente, es decir, sirve para la prevención de cuatro virus específicos (6,11,16 y 18) y Cervarix, que es bivalente, lo que significa que protege de dos genotipos de virus (16 y 18). Si bien, objetivamente, con estas dos vacunas no se tiene un alcance del espectro completo de todos los tipos de virus, en el caso de la primera, cubre cerca del 90% de los virus que provocan lesiones neoplasicas.

Se recomienda utilizar las vacunas antes de la iniciación sexual, que es cuando comienza el riesgo. Sin embargo, también se pueden usar después de ya iniciada la vida sexual activa porque siempre es bueno estar inmunizada. Lo que aún no se sabe es cuánto tiempo dura la inmunidad.

No deben vacunarse las embarazadas y personas alérgicas a hongos o a algún componente de la vacuna. También es importante suspender su aplicación en caso de resultar un embarazo entre la aplicación de la dosis.

Estas vacunas son un elemento valioso para la prevención de la infección por HPV, pero es importante advertir que no protege de otras infecciones de transmisión sexual, ni todos los cánceres de cuello uterino.

Cuando una mujer ha sido diagnosticada con un cáncer cervicouterino es necesario utilizar cirugía, radioterapia y pueden ser excluyentes o complementarias quimioterapia. Por ello, es importante la detección a tiempo para y no dejar que las lesiones avancen.


 (1) La crioterapia consiste en la destrucción del tejido mediante la aplicación directa de frío intenso con nitrógeno líquido (-196ºC). Es indolora, no requiere preparación especial de la paciente y el procedimiento se puede realizar durante una consulta médica de rutina en el consultorio del médico.

(2) Se extrae con láser o se corta con un bisturí un trozo con forma de cilindro o cono del cuello uterino. Este procedimiento se realiza más a menudo cuando se ha de eliminar una parte de tejido más extensa.

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