NUESTRA SOCIEDAD ACTUALMENTE SE VE ENFRENTADA A MÚLTIPLES PROBLEMÁTICAS EN SALUD, LAS QUE HAN IDO EN AUMENTO POR DIFERENTES RAZONES ASOCIADAS A ESTILOS DE VIDAS NO SALUDABLES, ESTRÉS LABORAL Y AUMENTO DE LA EXPECTATIVA DE VIDA POR NOMBRAR ALGUNAS DE LAS CAUSAS MÁS RELEVANTES. UNA DE LAS ENFERMEDADES QUE HA SUMADO USUARIOS ESTE ÚLTIMO TIEMPO TANTO EN EL MUNDO COMO EN EN NUESTRO PAÍS ES EL DOLOR CRÓNICO DE ORIGEN NO ONCOLÓGICO, LAS CIFRAS QUE VAN EN ALZA HAN ALARMADO A LOS PROFESIONALES DE LA SALUD, YA QUE LOS SERVICIOS SANITARIOS PÚBLICOS Y PRIVADOS CADA VEZ SE VEN MÁS SOBREPASADOS CON ATENCIONES MÉDICAS SIN COBERTURA ESTATAL PARA LOS USUARIOS.
Una de las enfermedades que causa sintomatología crónica dolorosa es la Fibromialgia (FM), la cual afecta principalmente a mujeres. Desde 1992 es reconocida por la organización mundial de la salud (OMS) y clasificada con el código M79.7 del CIE -10 (clasificación internacional de las enfermedades), si bien es cierto, hay avances en la información relacionada a este síndrome que por definición se presenta como dolor crónico musculo esquelético generalizado, hipersensibilidad, sueño no reparador, alteraciones gastrointestinales, vejiga irritable y depresión; la información disponible en las bases de datos científicas no han establecido reportes concretos de su etiología, existen algunas propuestas que podrían explicar el porqué de su manifestación, pero la comunidad científica clínica aún no ha podido establecer una causa. En la experiencia clínica que me ha tocado vivir desde el trabajo realizado en Fundación Rehabilitar y los múltiples testimonios de usuarios me llevan a reflexionar acerca de un problema que no logra visualizarse, y está relacionada con la formación y entrenamiento de los profesionales de la salud en el tratamiento de la FM, muchos clínicos se preocupan de entender qué es este síndrome , cómo podría manifestarse, quienes son más propensos a desarrollar y expresar FM, pero
muy pocos han tenido la oportunidad de proporcionar un acompañamiento integral con los usuarios y sus familias dentro de un equipo interdisciplinario con verdadero enfoque biopsicosocial, que centre parte del tratamiento en la educación.
El principal desafió para los profesionales que se dedican a tratar personas con FM es creer sin cuestionar los síntomas manifestados por los usuarios, pues una de las principales causas por las cuales las personas con FM no continúan sus tratamientos es porque pierden la confianza en el equipo clínico, aludiendo a la falta de empatía y cuestionamientos que realizan los profesionales de la salud, alejando toda posibilidad de una rehabilitación conducente a mejorar la calidad de vida. Es por lo anterior que médicos, kinesiólogos, psicólogos y terapeutas clínicos están llamados a realizar una evaluación exhaustiva y dedicada prestando mucha atención al relato de los usuarios, muchas veces los tiempos que se manejan en atención primaria (AP) u otros servicios de atención no permiten que los profesionales de la salud se tomen tiempos prolongados para evaluar y atender, sin embargo, es la primera barrera que debemos romper comprendiendo en totalidad que personas con dolor crónico no podrán tener resultados positivos con atenciones en tiempos limitados, es por esta razón que las redes de derivación y el trabajo en equipo intersectorial (sector público, privado y sociedad civil) se tornan tan importantes permitiendo a los profesionales de la salud conocer posibles establecimientos de derivación para los usuario con FM, y de esta manera proporcionar posibilidades de tratamientos más efectivas.
Queda mucho por avanzar, entrenarnos e investigar respecto a la FM en la población chilena, los avances han ido en aumento, sin embargo, es fundamental escalar a políticas públicas que permitan dar cobertura y garantías estatales a los usuarios, pues no debemos olvidar que nuestro país está aumentando las tasas de longevidad y las patologías asociadas a dolor crónico en consecuencia lo harán también.